El sueño y dormir bien es una necesidad, y muchos de nosotros lo damos por sentado. Un buen descanso nocturno puede suponer una gran diferencia en el estado de ánimo y la productividad del día siguiente. Aquí se disponen algunos consejos para que el dormitorio o zona de descanso sea más relajante y hogareño:
1. Es una buena idea colocar una foto de la familia o los amigos en la mesilla de noche, ya que puede reconfortar mucho el espacio. Así, al despertar cada mañana, se puede observar sus caras y sonreír recordando los buenos momentos.
2. Organizar las cosas de tal manera que uno se pueda sentir cómodo y en casa es otro de los consejos. ¡No es necesario perder tiempo buscando aquello que necesitas! Si todo está ordenado, se respira paz y tranquilidad en la estancia.
3. Añadir algunos objetos personales favoritos alrededor de la habitación también añade valor al dormitorio. Esto ayudará a sentir una mayor conexión con el entorno. Desde cuadros y fotografías, hasta esculturas o recuerdos que tengan un gran valor sentimental, pueden ayudar a conseguir el espacio hogareño que se necesita.
4. Otro punto es tratar de mantener un ambiente tranquilo y relajado, siendo esencial para la finalidad requerida. Esto ayudará a cualquiera a dormir mejor y a sentir paz tras un día duro en el trabajo.
5. Por último, pero no menos importante, asegurarse de que el dormitorio esté limpio y ordenado es una de las premisas. Un ambiente desordenado puede hacer sentir ansiedad e incluso inseguridad, mientras que una estancia limpia y ordenada, genera sentimientos plácidos y relajantes.
Otros consejos que se podrían añadir para crear un espacio realmente acogedor son:
asegurar que el dormitorio sea un lugar al que se va a volver cada noche y por tanto, establecer límites claros para cada persona y fijar una hora para despertar, porque cuando se concilia el sueño después de las 10 de la noche a la mayoría de la gente le cuesta dormir, así que es mejor evitar distracciones cerrando la puerta.
Aunque parezca extraño, crear una transición visual entre el resto de la casa y la habitación también es muy importante: aprovechar la ventana como tal (si se dispone de ella) y rodear la cama con grandes plantas o con muchos cojines, da una sensación más acogedora así como tranquila.
No olvidar tampoco que una rápida limpieza de cajones y armarios elimina el polvo y el desorden haciendo que todo parezca más grande y, que iluminar la habitación con algunos reflejos de luz en las paredes con patrones sutiles como olas, ondas u ondulaciones, tranquilizan y relajan, sobre todo en los últimos momentos del día, antes de iniciar el descanso.
Tampoco hay que olvidar factores como la temperatura, humedad o ventilación. La temperatura ambiente ideal debe ser entre 18 y 22 grados, el frío o el calor excesivo pueden provocar despertarse alterando el ritmo normal del sueño. La humedad debe comprender entre el 50% y 70%, pues un ambiente seco, reseca la boca y dificulta la respiración. En cuanto a la ventilación, es importante adquirir un buen hábito de ventilar a diario de 5 a 10 minutos.
¡A poner en práctica estos consejos para un buen sueño reparador!